Tras cinco horas de negociaciones, el viernes la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) consiguió un aumento del 35%, por lo que destrabó el conflicto y la temporada frutícola tiene asegurada la cosecha.
José Liguén, secretario general de UATRE Río Negro y Neuquén, se sentó a negociar con los representantes de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) y la Federación de Productores, quienes el miércoles habían ofrecido 26% de aumento, contra el 40% que reclamaba el gremio.
Sobre las 22 finalmente llegó la rubrica del acuerdo que en principio dejó conformes a los gremialistas y descomprimió la preocupación de los empresarios de la actividad.
Además y en paralelo se negocian las paritarias de empaque. Desde el gremio destacaron que no estaban dispuestos a firmar por un 35% y que el piso de sus negociaciones es el 40%.
La jornada del viernes se caracterizó por los bloqueos de los trabajadores de empaque que tenían una postura mucho más combativa que la de sus pares de UATRE.