El gobernador Alberto Weretilneck estimó días atrás que el año que viene Río Negro mantendrá su planificación dentro del pronóstico nacional de un 15 a un 16 por ciento de inflación, por lo que planteará «subas salariales en ese contexto y una continuidad en la reducción del gasto público y crecimiento del superávit».
Weretilneck «persigue una doble finalidad; por un lado, poner un techo del 15 por ciento para las paritarias del 2018 y por el otro, pasar por alto la demanda de un 10 por ciento de incremento para antes del 31 de diciembre que hemos realizado todos los gremios de la Administración», señaló en un comunicado el secretario general de ATE y CTA Río Negro Rodolfo Aguiar.
«Tenemos la obligación de decirle a Weretilneck que si cree que con un 15 por ciento podrá garantizar la paz social en el próximo período se equivoca», adviritó.
Por otro lado, la entidad sindical consideró que el gobierno rionegrino no puede subordinar o equiparar sus paritarias con las nacionales, «ya que el impacto de la inflación y las variaciones que se producen en el costo de vida no son las mismas en todos los distritos».
Desde el gremio aseguraron que «esa propuesta, por su insuficiencia, implicaría un ajuste y no contemplaría el impacto en la región de las últimas medidas decididas como el aumento de las naftas, el transporte, las tarifas de los servicios y otros».
El gremio además reclamó que el debate salarial debe reabrirse de inmediato para acordar antes de fin de año una compensación económica para la totalidad de empleados públicos, y entiende que «no alcanza con anunciar el normal pago de haberes de diciembre y el aguinaldo».