A pocos días del 7 de junio, día del periodista en homenaje a la fundación de “La Gazeta de Buenos Ayres” por parte de Mariano Moreno, el clima sindical de prensa pinta conflictivo.
A nivel de la dirigencia gremial, la conducción de la UTPBA tiene su mandato vencido, ya que las elecciones del gremio fueron postergadas tres veces por la Justicia debido a las irregularidades que se presentaron en el padrón y fueron denunciadas por la movediza lista Multicolor, que cuestiona duramente la inacción de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires.
Ante esta situación, el Ministerio de Trabajo prorrogó por 90 días el mandato de la Celeste y Blanca a los fines de encarar la paritaria.
Sin embargo, los delegados de las distintas redacciones fueran excluidos de las conversaciones salariales por parte de la conducción de la UTPBA, que decidió encarar el proceso sin los delegados de base. Como respuesta, el Plenario de delegados de prensa inició un plan de lucha que incluyó asambleas, retirar las firmas de las notas, y derivará en una movilización a las puertas del sindicato el próximo viernes 6 de junio.
A este clima general, se le sumaron situaciones específicas en varios medios. Por caso, la redacción del bisemanario Perfil (propiedad de Jorge Fontevecchia) realizó un paro el viernes por la tarde que obligó a editores y personal jerárquico a sacar la edición del fin de semana. La medida fue por el despido del fotógrafo Santiago Cichero que había sido testigo en el juicio por el amparo pidiendo la reincorporación de siete despedidos en enero pasado.
Esa reincorporación sigue suspendida, y se sustanciará en la cámara. Lo que sí se había logrado anteriormente fue la reincorporación de los otros cinco despedidos, también en enero pasada, miembros de la junta electoral interna.
Por otro lado, en el diario Crónica se cumplieron casi tres meses desde que la patronal (el Grupo Olmos conducido por los hermanos mendocinos Raúl y Alejandro Olmos, a su vez dueños de BAE) decidió dividir la redacción en dos edificios, como parte de una estrategia empresarial para atomizar a los trabajadores y desprenderse de los más «problemáticos».
El Grupo además creó una nueva razón social, Aconcagua SA; armó una mudanza en 24 horas y presionó a muchos trabajadores para que firmaran un nuevo contrato laboral.
Además, en Página 12 existe una áspera puja entre los trabajadores y un periodista del diario que a su vez es secretario adjunto de UTPBA, Raúl Dellatorre, a raíz de la negativa de la conducción gremial a incorporar a los delegados en la paritaria. El grueso de la redacción reclamó la renuncia de Dellatorre, y desde UTPBA le respondieron con un comunicado informal en el que acusaban a los trabajadores de “miserables” y “fascistas”.
Por último, en Clarín cunden los reclamos por el intento empresarial de implementar la tan meneada «convergencia». Es decir, que los periodistas del diario en papel también trabajen para la web, incluso haciendo entrevistas con una cámara y flexibilizando sus horarios al máximo