La reforma laboral que impulsa el Gobierno atraviesa su momento de máxia tesión, luego de que circularan versiones de un acuerdo cerrado con la CGT que incluían el envío del proyecto al Congreso la semana que viene y el el propio Presidente saliera a ningunear a los gremios.
Esas versiones indicaban que los gremios habían aceptado el paquete entero propuesto por el Gobierno, incluso una supuesta cláusula que bajaría el monto de las indemnizaciones en un 40% promedio.
Los rumores, que corrieron fuerte en las redes sociales, aseguraban que detrás del acuerdo había una presión a los sindicalistas con causas por corrupción.
En el Gobierno lo negaron, aunque sí existen causas abiertas sobre varios de los principales dirigentes de la CGT que podrían reactivarse en caso de ponerse duros contra el oficialismo.
Por la fuerza con la que corrieron los rumores, la CGT debió salir a desmentir el acuerdo. Lo hizo el secretario gremial, el camionero Pablo Moyano, que reiteró que «antes de firmar una reforma en contra de los trabajadores en la CGT se cortarían las manos».
Como adelantara InfoGremiales ayer, si hay un principio de acuerdo en el régimen de licencias, en el régimen de blanqueo, en las instancias de formación, el fomento al empleo joven y la negociación colectiva para el sistema de prácticas formativas o pasantías universitarias.
Pero cuando el panorama comenzaba a descomprimirse llegaron los dichos de Macri. «Tenemos una fuerte batalla con los sindicatos que por ejemplo no aceptan ni sistema de evaluación, pero los ciudadanos quieren reformas; las haremos aunque los sindicatos no estén de acuerdo»», indicó Macri en el Consejo de las Américas según la periodista argentina Silvina Sterin Pensel, de TN, que estuvo presente en la entrevista que el presidente le ofreció al célebre presentador Charlie Rose.