El convenio firmado días atrás para que los casi 250 trabajadores despedidos de la autopartista Plascar reciban “un paliativo” después de ser despedidos de la empresa, generó controversias en las últimas horas.
Desde temprano, empleados cesanteados decidieron protestar frente a las instalaciones de la firma, en Camino Interfábricas, descontentos por “la demora” en que se hagan efectivos los subsidios. Los mismos incluían un salario mínimo vital y móvil mensual ($ 8.860) durante seis meses, de parte de la Provincia; y otros $ 2.000, por un par de meses, provenientes de la Nación.
“Cuando firmamos lo del paliativo se decía que inminentemente se iba a acreditar en las cuentas de los trabajadores. Ahora resulta que es en noviembre” lanzó Alejandro Rodríguez, de la Cámara Argentina del Plástico.
En diálogo con el programa Cara y Cruz, de radio Universidad, indicó estar “agradecido” por la ayuda, pero que “no están cumpliendo con lo que se pactó”, que a su juicio tendría “una demora de 10 o 15 días”. El reclamo puntual es no conocer “cuándo” se cobrarán los montos acordados.
Mientras reclaman que algunos trabajadores viven una situación “desesperante” y que en sus domicilios están “sin luz ni agua”, siguen solicitando que se les permita aprovechar las instalaciones de la empresa, hoy sin uso.
Mientras el Ministro de Trabajo, Omar Sereno, afirmó que “aún no hay una fecha tentativa”, la cual nunca se pautó en el acuerdo “sabiendo que debíamos cumplir con muchísimos requisitos”.
En diálogo con Córdoba Noticias, describió: “Acá se va a entregar un dinero que es público, para lo cual debe ingresar en el presupuesto oficial, con partidas oficiales, abrir cuentas bancarias de los trabajadores y también hace falta la intervención del Tribunal de Cuentas. Todo lleva tiempo”.