Entre las cuestiones de fondo que explican la vulnerabilidad de muchas mujeres que caen víctimas de la violencia de género, se encuentra su inseguridad laboral, particularmente la falta de empleo.
De acuerdo con un informe difundido por el Indec sobre el mercado de trabajo en el segundo trimestre del año, la situación laboral de las mujeres es más crítica que la de los varones, y particularmente para la franja hasta los 29 años, donde la brecha alcanza casi seis puntos.
Mientras que a nivel nacional la desocupación promedio de las jóvenes menores de 29 años es del 22,3%, mientras que un 16,6% de sus pares hombres no consigue trabajo.
Pero los números empeoran si se considera el conurbano bonaerense, donde la tasa de desempleo alcanza al 25% para esa franja poblacional, casi ocho puntos de diferencia respecto de los varones de esa edad, para quienes la falta de trabajo afecta al 17,7%.
El resto de los indicadores tampoco es alentador. Entre los 30 y los 64 años, la cantidad de mujeres que conforman el mercado de trabajo es del 64,9%, 27 puntos menos que el 92% de los varones activos. Esta diferencia está vinculada con las edades en las que las mujeres son madres y los roles tradicionales de cuidado y crianza de los niños y niñas de la casa. En la Argentina, se calcula que el 76% del trabajo doméstico no remunerado está a cargo de las mujeres.
Otro dato impactante que evidencia las diferencias entre varones y mujeres fue difundido en la Encuesta de Expectativas Laborales (EIL) que elabora el Ministerio de Trabajo de la Nación, un sondeo que realiza entre las empresas del sector privado.
Una de las preguntas de ese documento apunta a cuánto personal incorporarán las firmas en un futuro, y la vacancia de puestos laborales de acuerdo al género. Mientras que la tasa de búsquedas de perfiles masculinos se ubicó en el 44,6%, ese mismo índice fue de solamente el 9,6% para la incorporación de trabajadoras mujeres.