El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, que dirige Guillermo Pereyra, y el Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut, de Jorge Ávila, tomaron rumbos diferentes en la paritaria.
El primero acordó un 30% de aumento en tres cuotas y una suma no remunerativa de 15 mil pesos a pagar en julio y -a raíz de esto- decidió acotar a 24 horas el paro que comenzó a las 20 de este domingo con «guardias mínimas».
«En horas de esta tarde se conoció el dictado de una resolución del Ministerio de Trabajo de la Nación, donde se determina un 30% de recomposición salarial en tres tramos: un 18% para el 1º de julio, un 5% en noviembre y el restante 7% en enero próximo», anunciaron en un comunicado.
Pero -por otro lado- Jorge Ávila ya anticipó que el plan de lucha comienza «con un paro de 48 horas y prosigue con uno de 72 si no hay respuestas y luego por tiempo indeterminado».
El sindicalista justificó la medida de fuerza al alegar que «hay trabajadores que cobran 15 o 18 mil pesos y no llegan a fin de mes», según publica la agencia de noticias DyN. Históricamente, sin embargo, los petroleros se encuentran entre los trabajadores mejor pagos del país.
«Hay que arreglar salarios lo más rápido posible pero también tener garantías de que vamos a tener trabajo, que van a haber controles; no que se diga que no hay puertos para descargar los barcos y después resulta que hay diez barcos que se han descargado, y que hay un montón de operadoras chiquitas que no le pueden vender petróleo a nadie porque están comprando o exportando desde afuera», concluyó el Ávila.
La medida de fuerza afectará a la producción de gas y petróleo en Neuquén, Río Negro, La Pampa, Mendoza, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Salta. Tanto los empresarios como los sindicalistas coinciden en que la protesta podía causar faltantes de combustibles en algunas regiones del país.