Con el marco de una concurrencia significativamente mayor a la histórica, la Comisión Gremial Interna del Ministerio de Trabajo ratificó su conducción encabezada por Ricardo Fontana y Nicolás Betran.
Las elecciones, llevadas a cabo el día de ayer, fueron un reflejo del estadio actual del empleado público en tiempos del Macrismo, mayor participación gremial por parte del personal histórico -compuesto en partes iguales por personas ingresadas antes del 2003 y otra camada que ingresa durante el kichnerismo a caballo de la mayor actividad del Estado en el área- y miradas extrañadas del grupo -no menor- de funcionarios y equipos ingresados desde diciembre de 2015.
Si bien en el Ministerio de Trabajo la sangría no adquirió los ribetes dramáticos de otras áreas del Estado, hubo una merma en el personal al ingreso de la gestión Triaca que fue encarada por los gremios mas representativos (ATE y UPCN) de diferente manera con secuencias que quedaron grabadas a fuego cómo el repudio recibido por Andrés Rodriguez en su ingreso al Ministerio en aquellos áciagos días.
Sin embargo, corrida la película, quedó en UPCN un saldo favorable al haber protagonizado los reingresos acordados con la nueva gestión mientras que la posición mas radical de ATE no terminó por anclar en mejores resultados de negociación e incluso abrió una grieta para adentro de la Asociación dentro del Ministerio.
Ante los rumores que intencionadamente se emiten desde los comunicadores del gobierno respecto del ajuste -que incluye el achique de la planta del Estado- naturalmente los trabajadores se acercan y repliegan dentro del paragüas sindical, radicando en este tópico la explicación a la mayor concurrencia.
Así Fontana y Betran se garantizaron cómodamente otro período frente a la delegación demostrando ambos la ductilidad propia de UPCN a la hora de capear los distintos oficialismos que pasan por la gestión. Un dato de color es que la media etaria de la lista de UPCN está mas cerca de los 40 que de los 50, demostrando una renovación que protagoniza el propio Nicolás Betran, dirigente sub 40 que tiene los perfiles del agrado de Andrés Rodriguez al ser abogado de formación (poca gente en el Ministerio recuerda haberlo visto sin corbata en los últimos años) de familia con raigambre radical, que tuvo buena sintonía con la gestión de Tomada y que del mismo modo supo encontrar puentes con el gobierno de Cambiemos. La versatilidad tan cara al sentir de UPCN.