La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, dio a conocer ayer su estrategia para romper al frente docente: «premiar» con un reconocimiento que sería de 1.000 pesos a quienes hayan ido a dar clases. El premio se suma al castigo de los descuentos a quienes se adhieran a la huelga.
En conferencia de prensa junto a sus ministros de Educación, Hacienda y Trabajo, Vidal anunció «dos medidas» que tomó la Provincia de cara al conflicto. La primera, según prometió, será darles a los docentes un adelanto de la paritaria de entre «1.500 pesos hasta 3.750». Y los desafió: «Ese monto será recibido por todos los trabajadores, a cuenta del acuerdo que espero que podamos alcanzar».
Como segunda medida, anunció el «reconocimiento extraordinario al presentimsmo a los docentes que decidieron dar clase». De ese modo, dejó ver la estrategia de ir a fondo con el conflicto para romper el frente gremial, logrando que más docentes se presenten en las aulas y de ese modo se desactiven las huelgas. «Es el primer paso para que los docentes no sigan esperando y los chicos sigan en las escuelas», afirmó.
Con los anuncios de este miércoles, Vidal siguió los pasos de Horacio Rodríguez Larreta, que le impuso a los gremios docentes un adelanto de las paritarias. En el caso del jefe de Gobierno porteño, se trata de un aumento del 10% y lo hizo también en medio de una negociación que sigue trabada, en la previa de las 48 horas de paro nacional.
En un primer momento, como contó este sitio, la gobernadora había analizado cerrar la paritaria por decreto, pero la idea -aunque no fue descartada- quedó momentáneamente en suspenso porque no haría más que agudizar el conflicto y Vidal apuesta a desactivar los paros debilitando la unidad de los docentes.
Consultada sobre si su gobierno piensa recurrir a un decreto para otorgar los aumentos salariales, en el caso de que el conflicto docente se siga extendiendo, confesó que aún no hay ninguna decisión al respecto: «Vamos a seguir» con las conversaciones «tratando de evitar» una decisión de ese tipo, aseveró.
La gobernadora también agradeció «a los docentes que decidieron dar clases y priorizaron a los chicos», y se mostró muy dura con los gremialistas que «solo quieren conflicto» y les pidió «que sean honestos» y digan «de qué partido son, a qué elección política o gremial quieren presentarse y cuáles son sus intereses».
En ese sentido, la gobernadora salió a pegarle fuerte a Roberto Baradel, en línea con los consejos del ecuatoriano Jaime Durán Barba, que quiere que sea el adversario elegido para que enfrente la Provincia. Por eso, la gobernadora caló hondo e indicó que «es hora» que los gremialistas «se sinceren y que digan si son kirchneristas y si en esta negociación hay algún interés que supere la discusión del salario docente y que esté trabando el conflicto».
«Nosotros ya decidimos que no nos importa pagar costos electorales si tenemos que pelear por una educación mejor para la provincia de Buenos Aires y está bien que los dirigentes gremiales digan dónde se van a parar en esta discusión», sostuvo y además anunció: «Vamos a seguir convocando al diálogo en el marco de la conciliación obligatoria, así que mi equipo y yo los esperamos mañana (por hoy) a las 17 en La Plata».