El ibuprofeno y el paracetamol pueden provocar graves efectos adversos, como infartos y daño hepático, advirtieron organismos científicos como la Agencia del Medicamento de la Unión Europea.
«Esas advertencias son desconocidas en la Argentina, donde se tolera la publicidad engañosa que promociona esos productos de venta libre. El descontrol publicitario que alienta la automedicación es la principal causa de consumo excesivo y peligroso de fármacos. El mercado se regula a sí mismo en lugar de hacerlo los parámetros científicos y médicos», afirmaron en un comunicado Peidro y el secretario de Acción Social, José Charreau.
Esos remedios tienen severos efectos colaterales y una limitada efectividad, según el Comité de Farmacovigilancia de la Agencia Europea del Medicamento, el King’s College de Londres y el Congreso Mundial de la Sociedad Internacional de Investigación en Artrosis, ya que «el tratamiento de altas dosis con el fármaco ibuprofeno aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares, como infartos o ictus, en tanto los antiinflamatorios y el paracetamol demuestran una efectividad limitada y efectos secundarios, como problemas hepáticos, gastrointestinales o cardiovasculares».
Informes presentados en el reciente Congreso de Seattle (Estados Unidos), demostraron que el 37 por ciento de los pacientes artrósicos a quienes se les hizo una operación de reemplazo de rodilla o cadera por artrosis sufre otra enfermedad.
El 50 por ciento de los tratados con antiinflamatorios y paracetamol sufrió hipertensión arterial y el 11 por ciento de diabetes, precisaron los expertos en ese encuentro.
«La artrosis a menudo aparece vinculada o desencadena otra enfermedad grave y, por eso, es muy importante prescribir un tratamiento eficaz y seguro», explicó el epidemiólogo Nigel Ardem.
El paracetamol «es la principal causa de insuficiencia hepática aguda en el mundo desarrollado», señaló un informe del King`s College Criteria de Londres, que estudió los antecedentes de 6.507 pacientes en lista de espera por un trasplante de riñón.
A su vez, dosis altas de ibuprofeno deben evitarse en pacientes con problemas cardíacos o circulatorios, así como en aquellos que hayan tenido un ataque al corazón o un derrame cerebral.
El medicamento de mayor venta en Argentina en 2014 fue el Actron 600 (ibuprofeno) de Bayer, con casi 9 millones de unidades, precisó la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA).
En el quinto puesto de ventas estuvo el Ibupirac (ibuprofeno 400), de Pfizer, con 6.500.000 unidades y, aunque se indicó que «los beneficios del ibuprofeno son superiores a sus riesgos, se debe actualizar la información de su prospecto sobre la relación de la ingesta de dosis altas y los trastornos cardiovasculares».
«Como ya se detectó en otros fármacos antiinflamatorios, los riesgos del ibuprofeno se elevan a partir de las terapias de 2.400 miligramos diarios», advirtió la agencia europea.
Además, señaló que el fármaco en cantidades iguales o superiores a los 2.400 miligramos diarios debería evitarse en pacientes con problemas cardíacos o circulatorios, como la insuficiencia cardíaca o la enfermedad coronaria, y tampoco es aconsejable en personas que sobrevivieron a un infarto o un ictus.
De forma previa a iniciar un tratamiento prolongado con ibuprofeno es preciso evaluar los factores de riesgo cardiovascular.
Un informe aseguró que estudios en laboratorio demostraron que el ibuprofeno reduce los efectos anticoagulantes de la aspirina.
«Aunque los datos epidemiológicos disponibles no sugieren que esa interacción sea clínicamente significativa, no puede excluirse la posibilidad de que el efecto cardioprotector del ácido acetilsalicílico se reduzca administrando ibuprofeno», agregó.