En el debate «Publicidad y Medicamentos», Peidro criticó la actitud de tolerancia a «las publicidades que prometen curas milagrosas y violan las pautas éticas que deben cumplirse».
El dirigente explicó que el gremio apoya la nueva reglamentación de la ANMAT desde el 20 de septiembre último porque «es un paso adelante», aunque afirmó dudar sobre su eficacia «si no es acompañada por la decisión política de sancionar a infractores».
Peidro y los otros dos panelistas, Jorge Rachid -asesor de la Comisión de Salud de Diputados- y Ricardo Martínez -ex interventor de la ANMAT-, coincidieron en que la fiscalización posterior al lanzamiento de las campañas publicitarias fue «un fracaso» y que la nueva reglamentación «no introdujo la fiscalización previa, una alternativa a la prohibición total, que debería aplicarse de forma anterior a que los spots se difundan en los medios audiovisuales».
«La AAPM respalda los proyectos de prohibición total de publicidad de medicamentos, que en 2014 presentaron diputados oficialistas, y también el de la oposición», ratificó Peidro, quien solicitó que la Comisión de Salud de la Cámara baja convoque a audiencias públicas o seminarios para discutirlos.
Rachid reveló que «los asesores de todos los bloques de la Comisión de Salud acordaron impulsar un proyecto que prohíba la publicidad, que presentó en 2013 el diputado Gastón Harispe».
También propuso que las dos iniciativas en agenda se fusionen para potenciarla, en tanto señaló que trabaja en esa dirección.
Peidro también reclamó un Código de Etica nacional para promover el medicamento y explicó que su existencia en muchas provincias obedeció a las campañas del sindicato, que es «el poder de policía que garantiza su aplicación», a la vez que expresó que la promoción debe realizarse por carriles «éticos y científicos».
«Ese control ético no fue gratuito para los afiliados a la AAPM, porque a muchos les costó el trabajo por negarse a sobornar a los médicos», puntualizó el sindicalista, quien subrayó que pocas organizaciones denunciaron «las prácticas de regalos, viajes y obsequios de electrodomésticos a los galenos», y dijo que incursionaron en ello los laboratorios Sanofi, Pfizer y Glaxo.
«La AAPM es heredera del ideario del ex ministro de Salud Ramón Carrillo, quien en 1947 definió al visitador médico como «ayudante de la medicina», destacó Peidro, quien indicó que por ello el gremio «se niega a ser agente de marketing de los laboratorios».
«Hicimos y hacemos denuncias desde las fauces del león contra una patronal difícil, con la que también existe conflicto gremial por paritarias. Los cuestionamientos son por la publicidad de venta libre y la ausencia de ética en los consultorios», reforzó.
El dirigente sostuvo que en 2014 el gasto en publicidad creció 47 por ciento en el sector en relación con el año anterior y que los medicamentos y bienes de consumo como celulares y productos de limpieza concentraron el 90 por ciento de «la torta», según confirmaron los datos de la Cámara Argentina de Agencia de Medios.
«En el Observatorio de la ANMAT hay empresarios y científicos, pero no trabajadores, no obstante su experiencia», puntualizó.
Martínez fue interventor en el ANMAT entre 2008 y 2010 y, en el panel, reseñó «la tirante relación mantenida con los laboratorios de venta libre como consecuencia de sus campañas publicitarias».
«Hay que prohibir la publicidad porque a través de sus campañas audiovisuales y gráficas la industria implementa un sistema publicitario de superventas y esconde los efectos adversos mientras difunde los beneficios, recurriendo a médicos y revistas científicas, que reciben contribuciones», aseguró Rachid.
También señaló que el sector industrial «se convirtió en una gran empresa de inversión publicitaria y consumo, aunque perdió el rumbo de la innovación», y agregó que «la lapicera del médico se transformó en un arma letal para los sistemas de salud», al mencionar los «estímulos directos e indirectos» industriales.