“Falta un tiempo considerable para lograrla”, sentenció Viviani sobre la posible unificación de la CGT, que hoy se encuentra dividida entre el sector opositor que conduce el camionero Hugo Moyano; la CGT kirchnerista del metalúrgico Antonio Caló; y la disidente CGT Azul y Blanca, que encabeza el gastronómico Luis Barrionuevo.
Además puntualizó que para lograr la unidad “la CGT tiene que hacer una mea culpa de las actitudes que cada dirigente o cada sector ha tenido” y “después hacer un programa” y que todos lo sigan. “Siempre hay posibilidad y voluntad de unificar el movimiento obrero, pero primero hay que saber para qué”, enfatizó.
Desde la CGT Azul y Blanca salió a contestarle el líder de la Asociación del Personal Aeronáutico, Ricardo Cirielli, hombre de Barrionuevo, quien sostuvo que la autocrítica debían hacerla los integrantes de la CGT “K”, a quienes les pidió que “reconozcan que cayeron en la trampa del Gobierno que promovió las divisiones”.
Mientras tanto, otros sectores abogan por una unificación “exprés”. Entre ellos, el jefe del gremio de trabajadores rurales (Uatre), Gerónimo “el Momo” Venegas, quien resaltó que en la cúpula del sindicalismo se avanza a “pasos agigantados hacia la unidad” y consideró que podría concretarse antes de fin de año. El propio Moyano aseguró que “en 2015 el movimiento obrero se va a unificar” y que “los dirigentes tienen el mismo objetivo”.