Mientras el gobierno habla de brotes verdes por la venta de autos, la producción sigue en crisis. Ahora las malas noticias llegan desde donde Volkswagen anunció la suspensión de 600 trabajadores de la fábrica ubicada en Pacheco, por el extenso plazo de un año y medio.
“Son despidos encubiertos”, dijo el empleado Juan Carlos Amado, quien trabaja hace casi tres décadas para esa compañía, en declaraciones a Radio 10. “Esto se parece a 2001″, sentenció.
Según contó el trabajador, la empresa puso además a disposición los retiros voluntarios. Y denunció: “Esta es una política de la empresa, porque la camioneta Amarok se sigue fabricando a mucho ritmo”.
De acuerdo a los datos que brindó Amado, en Pacheco hay más de 4000 trabajadores y no se sabe cómo seleccionarán a los 600 suspendidos. “De palabra nos dijeron que nos van a pagar 75 por ciento en negro, que es algo así como el 55% de nuestro salario actual. Esto va a durar hasta el invierno del 2018”, señaló.
El operario dijo que además la empresa le redujo el tiempo de almuerzo y opinó que “esta situación la volvimos a ver como en el 2001”.
En concreto, el plazo para almorzar pasó de 45 minutos a media hora, con la diferencia como tiempo ganado por la compañía y sacrificio a costa de los obreros.