Cinco mujeres choferes de trolebuses de Córdoba aguardan en una carpa que el intendente radical Ramón Mestre las reciba. Representan a 57 operadoras de trolebuses despedidas ilegalmente tras el paro realizado en reclamo de que se aplique la paritaria como tradicionalmente se hizo en la provincia mediterránea.
Viviana Chiatti ya perdió 11 kilos. Su compañera, Graciela Caliva, 7. Desde hace 13 días cumplen una huelga de hambre en una carpa blanca montada frente a la Municipalidad de la ciudad de Córdoba, para pedirle “humanidad” al intendente radical Ramón Javier Mestre, de la Alianza Cambiemos.
Viviana y Graciela son dos de las 57 operadoras de trolebuses despedidas “ilegalmente”por Mestre días atrás, en represalia por el paro de 9 días que llevaron adelante junto a trabajadores del transporte de la capital cordobesa, contra una paritaria cerrada por UTA a nivel nacional que solo les dio un 8 por ciento de aumento para este año, según denunciaron. Viviana y Graciela acumulaban más de veinte años de antigüedad, cada una, como conductoras en la empresa de transporte municipal TAMSE: de los 68 cesanteados –sin indemnización– por la comuna, el 84 por ciento son mujeres.
“Hay una clara discriminación de género, un ensañamiento con las mujeres porque fueron las que se pusieron al frente de la lucha, las que consensuaron con los compañeros, las que fueron voceras”, apunta a este diario Ana Morillo, de la comisión de Género y Violencia Laboral del SUOEM, sindicato de empleados municipales, que forma parte de la Comisión Intersindical de Mujeres de Córdoba, que agrupa a más de veinte gremios de las cuatro centrales, las dos CGT y las dos CTA, que está acompañando la lucha de las guerreras del volante.
En la carpa son cinco las trolebuseras que esperan que Mestre las reciba, para abrir una instancia de negociación que termine en la reincorporación de las despedidas, muchas de ellas jefas de hogar, con hijos pequeños a cargo, que se han quedado no solo sin trabajo, también sin cobertura integral de la obra social. “Somos cinco mujeres que tenemos historias de guerreras de la vida, que hemos sufrido violencia de género, discriminación, hambre y frío y que le estamos haciendo frente a esta situación. Es muy duro lo que está pasando. Este Gobierno busca llevar a todo un pueblo a la esclavitud. Nos despidieron por defender nuestros derechos”, señaló Graciela ayer al diario PáginaI12.
En la jornada de hoy para respaldarlas se realizará un festival «Por la vida y el trabajo», apuntalado por la Intersindical de Mujeres, que espera convocar a organizaciones y la ciudadanía en general.