La irregularidad más ostensible que denunció la oposición al michelismo está vinculada al padrón. Según la actual conducción de la CTA disidente, después de depurar el padrón -figuraba Hugo Yasky, por ejemplo- quedaron en condiciones de votar 1.100.000 trabajadores en todo el país.
Desde el yaskismo, denuncian que en el padrón publicado en la página web de la Central opositora figuran afiliados que han fallecido hace años.
El secretario de Derechos Humanos de la CTA de Yasky y militante de la ATE Lista Azul, Pablo Reyner, señaló que los estatales afiliados a ATE, por lejos el mayor sindicato de la Central de Micheli, es de apenas 225.000, incluyendo a los de la Azul.
Pero en la jornada electoral del jueves también se observaron otras irregularidades. Por ejemplo, urnas que no aparecieron en ámbitos de trabajo hostiles hacia el michelismo, por una supuesta desorganización. Otro caso paradigmático fue el de trabajadores inscriptos en seccionales «equivocadas». Tal fue el caso de Juan Manuel Sueiro, delegado de ATE-CONICET y de la línea de Yasky, quien figuró en la mesa de la seccional Congreso y no pudo votar.
En otras provincias, como Entre Ríos, Chaco, Corrientes, Santa Fe y hasta la Capital, varios sectores de los estatales de ATE no acompañaron el proceso electoral. Y no solo de la lista azul de Yasky, sino de la propia verde michelista.