Entre el lunes y el martes votaron más de 200.000 trabajadores en todo el país personas, aproximadamente un 30% del padrón, lo cual Hugo Yasky destacó como “importante en la historia de la CTA”. En la conferencia de prensa de ayer, con el 50% de las mesas escrutadas, los números eran imponentes: 94,06% de los votos para la continuidad de la CTA de Hugo Yasky.
Pese a denuncias de fraude de la lista 3, desde el yaskismo desestimaron las acusaciones y el propio Yasky fue claro: “Ganamos en La Matanza, conducida por quien encabeza la Lista 3, Romina del Plá, ganamos en el conteo de votos de docentes. Ganamos en La Plata donde la seccional de Suteba también está conducida por el sector de la Lista 3. Y acá es importante resaltar que es prueba evidente que si ganamos en esos lugares, fue una elección absolutamente transparente y limpia, porque ahí jugábamos de visitante y ganamos”.
Además expresó que “la elección se desarrollara sin incidentes, en lugares donde eran disputas calientes. Porque hubo lugares donde la lista que se presentaba como opositora conducía sindicatos nuestros. En varios sindicatos. Docentes, neumático, subterráneos, y sin embargo se garantizó que bajo la atenta mirada de muchísimos fiscales, se realizara el conteo de votos en absoluto orden”.
Con los datos parciales de ayer, la Lista 3 obtenía el 4,49% y la Lista 5, del Nuevo MAS, el 1,45%. Esto indica que pese al crecimiento que presenta la izquierda en las fábricas y algunas comisiones internas en casos de conflictos, a la hora de elegir a sus representantes, los trabajadores prefirieron mantener la conducción actual.
Para Yasky se trató de “una elección ejemplar y que refleja el contundente apoyo de los trabajadores y trabajadoras de nuestra Central”. No es poco, luego del traumático episodio de las elecciones del 2010 que terminaron en la actual escisión de las dos CTA. Por eso, ya en la noche del martes, Yasky afirmaba que «la ejemplar elección será el inicio de una nueva etapa de crecimiento y maduración de la CTA, que dejará atrás de forma definitiva las prácticas oscuras de quienes quisieron perpetuarse y negaron la libre expresión».