«Creo que hay que plantear un proyecto minero en el que tienen que participar los diversos sectores de la población en la discusión», precisó Hugo Yasky, aunque aclaró que «así como está planteada la megaminería es un negocio para cuatro o cinco vivos».
En su visita a Chubut el líder de la CTA oficialista introdujo a un nuevo actor -los sindicatos- en la discusión por la minería frente a la férrea oposición de los ambientalistas, el silencio del Gobierno, que tibiamente se mostró a favor de la «licencia social», y ante la iniciativa a favor de la zonificación que tomaron los intendentes del sur y la meseta en Comodoro Rivadavia con Néstor Di Pierro a la cabeza.
Yasky llamó a discutir una «matriz productiva» para la provincia que contemple el desarrollo de «la minería y el petróleo», pero que en el Estado genere las garantías necesarias para conservar «fuentes de trabajo digno» y terminar con el perfil de «provincia sin destino» de Chubut.
Sin esquivar un tema que despierta polémicas, Yasky afirmó que «no queremos usar anteojeras para estigmatizar la actividad minera porque no sería correcto.
Es parte de un proyecto productivo, pero planteado sólo como un negocio para las multinacionales es un retroceso».
A su vez, dejó en claro que es necesario tener una política de desarrollo planificada desde el Estado para que los trabajadores no sean rehenes de «cuatro o cinco vivos que pretenden conservar el corsé de las fuerzas productivas de la provincia, porque es negocio para ellos».